LA IMPORTANCIA DEL

PROGRAMA DE LAS

MAESTRAS VISITANTES

Buenas tardes hermanas, como presidenta de la Sociedad de Socorro de esta Rama pienso  mucho en como Dios nos da la oportunidad de servir y de ser instrumentos en sus manos, entre otras formas como Maestras Visitantes.  En mi vida personal me da pena ver que a veces infravaloro esa oportunidad y la subestimo sin darme cuenta de la maravillosa divinidad de esta asignación y de mi responsabilidad respecto a cada una de esas hermanas e hijas especiales que Dios me ha asignado. Esta mañana encontré algo maravilloso que me hizo entender mas acerca de este programa y de su importancia y cuyo link del documento al completo se encuentra al final de esta entrada para el disfrute completo de cada una de vosotras.  Son palabras de la que fue Presidenta General de la Sociedad de Socorro, Bonnie D. Parkin y su  titulo es "Maestras Visitantes: Alma y corazón de la Sociedad de Socorro".

"Maestra Visitante es, alguien que nos acerca más al Señor. Las Maestras Visitantes son el alma y corazón de la Sociedad de Socorro.

Cuando hacemos nuestras visitas lo hacemos porque hemos hecho convenios con el Señor y los cumplimos cuando compartimos nuestra alma y corazón.  Hacemos nuestras visitas para extender la caridad, la cual es "el amor más fuerte, más noble y más elevado".
"El programa de maestras visitantes  trata sobre la familia.  Al mostrar caridad a aquellos que servimos, llegamos a ser parte de la familia por lazos de afecto.  Las maestras visitantes llevan el amor del Señor a cada hogar.  Permitanme compartir un ejemplo:

“Cada vez que estoy en la Sociedad de Socorro me siento como si estuviera en casa. Hace ocho años, fui asignada para visitar a una hermana anciana en mi barrio. Yo tenía 25 años y ella 80. Me permitió pasar con una sonrisa e inmediatamente me abrió su corazón. Apenas había sido su maestra visitante un mes, pero ella ha sido una de mis mayores bendiciones. En ella he encontrado una madre y una abuela. Me ha enseñado a envasar, coser, acolchar y servir. Me ha ayudado a enfrentar mis desafíos, mi falta de hijos y celebró conmigo cuando fuimos bendecidos con tres hijos que adoptamos. Debido a que mi propia madre no pudo asistir al templo, ella sostuvo a mi precioso bebé en el altar cuando fue sellado a nosotros. He estado a su lado en el hospital cuando ha enfermado. Hemos reído como niñas y aprendido la una de la otra. Estoy tan agradecida al Señor que me diera tan precioso regalo por medio de la Sociedad de Socorro. Me estremezco de pensar lo que hubiera pasado si yo no hubiera hecho mis visitas”

"El cuidado se siente como si alguien estuviera ahí para ustedes. Se siente cuando usted puede llamar y no sentir pena de pedir ayuda. Se siente como si usted llegara como representante del Señor. Se siente como ser responsable y dar respuesta. Se siente como si usted tuviera un encargo del Señor y usted sabe que es ésa persona. Él la ha llamado para bendecir la vida de una hermana."

Maestras Visitantes: Alma y corazón de la Sociedad de Socorro